CoMUTnidad
Martín Vinacur:

“MUT tiene una vocación pública”

Publicista y fundador de Aldea Santiago habla de su participación en la creación de la narrativa, las campañas del muro y la comunicación del proyecto.

Martín Vinacur junto Victoria Massarelli son los fundadores de Aldea Santiago, una agencia de publicidad que está trabajando desde los inicios con MUT. Lo que hacemos es básicamente asesorar a Territoria desde casi la génesis de esto. Este proyecto tiene ese framing muy distinto al inmobiliario, entonces lo que hicimos fue colaborar en la conceptualización de todo esto, en generar una narrativa inicial, que obviamente fue derivando a distintos especialistas, para que pudieran crear la marca, las narrativas más profundas y la conceptualización del mercado, entre otras. Todo esto subdividido en distintos equipos externos y internos de Territoria, donde se establecieron mesas de trabajo, una colaboración, o una guía para poder mantenernos en ciertos márgenes. Ahora, también estamos trabajando en la comunicación del proyecto en sí mismo”, explica Martín.

¿Cuál es la visión de ciudad de MUT y con la que trabajaron la narrativa?

La mirada es bien cosmopolita. Cuando llegué a Santiago lo que me llamó la atención fue lo segregada de la ciudad, que es un reflejo de la sociedad también. Santiago se vive con una separación brutal y, en general, en las principales ciudades en el mundo, la manera de vivir la ciudad es mucho más mezclada, más integrada. Sobre todo, los europeos, que viven afuera, viven en las veredas. En Chile esto ha ido cambiando, la gente quiere salir más a la calle y vivir la ciudad, que me parece muy positivo. Entonces, el proyecto entrega un espacio privado, pero MUT tiene una vocación pública, eso también es atractivo”.

En cuanto a acciones concretas, ¿cómo idearon el primer muro perimetral de MUT con las fotografías de Luis Poirot?

El muro consistió en que vecinos del barrio fueran retratados por el fotógrafo Luis Poiroty exhibidos en el muro perimetral del proyecto como una forma de saludar y darse a conocer con los vecinos. En ese momento no teníamos nombre. La idea era hacer algo horizontal y no darle un framing inmobiliario. Pensamos en que cuando uno empieza una obra en su casa lo primero que hace es saludar al vecino y contar un poco lo que se está haciendo, entonces nos parecía que era una manera adecuada de hacer lo mismo. Una buena forma de relacionarnos con ellos era poder señalarlos, poder decir que ellos existen y que son importantes para el barrio y que esto no va a ser un polo que va a chupar todo el comercio y toda la actividad, sino que los respetamos. Hablar de ellos era importante”.

“Fue un buen aprendizaje, porque la gente reconoció en ese lugar un espacio de valor y no lo arruinó. Creo que cuando uno le da a la ciudad un espacio de valor que no sea ´mírame aquí estoy, hablo de mí, esto empieza en mí, termina en mí y no te incluyo nunca´, la gente lo valora”.

¿Cómo fue el proceso para crear el segundo muro con las ilustraciones de Alberto Montt?

Siguiendo esa misma línea, una vez que ya existía el nombre MUT, empezamos a trabajar en cómo contar del proyecto, con el mismo desafío de salirse del tema inmobiliario. Buscamos varias ideas que pudieran interactuar con el público hasta que se nos ocurrió una mezcla entre arte y comunicación publicitaria, que es lo que el ilustrador Alberto Montt podía entregar. Él vino casi un mes a trabajar con nosotros en la agencia, y hacíamos mesas de trabajo, tirábamos ideas y grabábamos chistes, viñetas, etc. Todo el equipo creativo y él, después lo dejábamos trabajar en la tarde solo. Dividimos el trabajo en distintos mundos, que son los ejes del proyecto y así se fueron creando los personajes y las frases. El resultado es un muro de cerca de cerca de 200m2 que hoy se exhibe en parte en Apoquindo con El Bosque Norte.

¿Cómo te gustaría que las personas percibieran este trabajo realizado en torno a los muros?

“Si la gente empieza a entender este lugar como una manera distinta de ver la ciudad, si tiene ganas de ir, si lo siente distinto a los malls, que esto es algo que suma y le da orgullo a la ciudad y que esto colabora con unir más que segregar. Por otro lado, si este espacio me gusta y tiene onda, y es una marca en la cual yo podría usar feliz una polera del lugar, con eso, me doy más que por pagado”.

“MUT tiene una vocación pública, eso también es atractivo."