Locos por las plantas

Fernando Ocampo es un arquitecto y director creativo mexicano que vive hace más de 13 años en Chile. Lo que comenzó como un hobby terminó en la creación de The Plant Store, la primera tienda urbana dedicada a las plantas en nuestro país.

Maceteros, asesorías y una gran diversidad de plantas de interior, es lo que se puede encontrar en esta tienda que busca crear comunidad y juntar a los plantlovers con la excusa de la experiencia y el amor por lo verde.

Confiesa que en este proyecto conviven varias de sus pasiones: el diseño, la dramaturgia y las plantas. Esto al darle a los espacios y objetos que ofrece una teatralidad y un concepto diferente.

Fernando cuenta cómo se gesta The Plant Store, qué hay detrás de esta iniciativa y qué desafíos le ha traído la pandemia.

¿Cómo nace The Plant Store?

The Plant Store nace en 2019 como un emprendimiento pequeño y muy personal. Ya antes de la pandemia, me empecé a llenar de plantas en el departamento y de alguna manera eso derivó en un hobby que fue más allá. En paralelo, estudié mucho sobre la vinculación de la gente joven con las plantas y sobre la filosofía que existe en torno a ellas.

Hoy en día los jóvenes no suelen mantener relaciones estables o duraderas; entonces, el hecho de tener una planta, algo vivo a cargo, de alguna manera suple esa necesidad de vinculación más intensa o emotiva. Ponen ahí muchas de sus frustraciones sobre el amor, la amistad, etc..

¿Qué se puede encontrar en The Plant Store? No son solamente plantas…

Manejamos principalmente dos líneas. Por un lado, nos especializamos en plantas de interior; hablamos desde lo urbano, de la vida en los departamentos. Además, somos especialistas en maceteros de cerámica de autor. Esto quiere decir que trabajamos con diferentes ceramistas, diseñadores, artesanos de muchos lugares del mundo, poniendo en valor el arte y lo hecho a mano.

Creo que es importante también destacar que a las plantas yo las veo como excusas para abordar temas que tienen que ver con experiencia humana o las relaciones. Propiciamos la discusión sobre cómo el mundo vegetal nos puede enseñar otras líneas de vinculación, cómo nos conectamos con la naturaleza, con la ciudad, con la casa y más.

Finalmente, The Plant Store es una tienda urbana de plantas que tiene como propósito formar comunidad.

Ustedes se definen como una tienda física y online. ¿Siempre fue así o la pandemia los llevó a proponer ese enfoque?

La verdad es que fue fuertemente impulsado por la pandemia, pero el enfoque digital siempre ha sido importante en The Plant Store, porque trabajamos mucho con redes sociales. Sin embargo, la tienda online nace como celebración de nuestro segundo año y fue, básicamente como abrir una tienda nueva, una nueva sucursal en términos de distribución también.

¿Cómo rescatas tú el desafío que ha sido la pandemia para el negocio?

A pesar de que cerramos, la demanda por las plantas creció. La pandemia provocó que la gente estuviera en sus casas y se diera cuenta de que necesitaba, por un lado, más actividades que desarrollar y también algo para decorar sus espacios. Además, la pandemia llegó cuando estaba muy en boga el tema de la crisis climática; esta idea de las mascarillas, el oxígeno, el aire limpio, revolucionó el tema de las plantas, lo que se relaciona con esa consciencia medioambiental que se empezó a generar en la gente joven”.

¿Cómo MUT se alinea a lo que es el corazón de esta iniciativa?

Yo veo nuestra llegada a MUT como una vitrina muy importante y que conversa con todo lo que ofrece The Plant Store. Las plantas entregan esa experiencia que no puede remitirse solo a lo digital en el proceso de compra: hay que verlas, hay que tocarlas y vincular esa experiencia emotiva, física. Hay algo importante ahí en esa conexión que se da en la presencialidad.